Tras la pérdida de un ser querido, podemos experimentar una variedad de emociones. Podemos sentir ira, tristeza profunda, alivio, culpa o podemos sentirnos tan afectados que apenas podemos funcionar. Todos afrontamos el duelo de manera diferente y en diferentes momentos. Es posible que te preguntes: “¿Por qué está pasando esto?” o “¿Es esto normal?”.